Las hojas de mis dedos cerraron,
mirando hacia la cordillera el cielo,
despeje enlazado a las nubes y un velo,
atados a conclusiones florales por terminar.
Acomodados los proyectos,
una ducha a los sauces de azucar,
listos a cubrir sus alas caidas,
limpiando el desorden del viento travieso.
Ya limpios mis cabellos,
nidos ya están en silencio,
ni los susurros de los grillos activos,
menos el suspiro del agua corriendo por el río.
Otro día ha terminado,
la Luna y sus hijas ya despertaron,
vigilando que ningún curioso se encuentre,
menos en el rio donde esté la Luna bañando.
mirando hacia la cordillera el cielo,
despeje enlazado a las nubes y un velo,
atados a conclusiones florales por terminar.
Acomodados los proyectos,
una ducha a los sauces de azucar,
listos a cubrir sus alas caidas,
limpiando el desorden del viento travieso.
Ya limpios mis cabellos,
nidos ya están en silencio,
ni los susurros de los grillos activos,
menos el suspiro del agua corriendo por el río.
Otro día ha terminado,
la Luna y sus hijas ya despertaron,
vigilando que ningún curioso se encuentre,
menos en el rio donde esté la Luna bañando.
Shanny - 16/01/2009