"Extiende tus alas,
no las dejes caer...
contempla en silencio su espalda,
apoyando tu mano de mujer.
Observa caricias de un amante,
o de un cariño de miel...
Las nubes pueden decirle que
entre fugaces suspiros le quiere a usted.
Los ruiseñores no me hablan ya,
sólo miran mi torpe actuar,
me reclaman a momentos mi indecición,
como mi forma de hablar...
El sauce con sus delicados y viejos dedos,
me enseña a poder reaccionar,
frente a pares de ojos sinceros,
o frente a engañosos galanes sin par.
De su viejo tronco me cuenta,
que nunca deje de cantar,
las penas deben irse y las alegrías en su lugar,
en trono muy triunfante deben de quedar.
Antes indiferencia sentía...
mas ahora puedo mirar....
a todos aquellos que me miren,
sin yo tener que arrancar.
Asumo que el ruiseñor se enojó conmigo,
porque un verso no le quice dar,
más aún si ya no lo quiero,
y ahora a un jilguero le quiero cantar..."
Shanny- 23/04/2008
Es sencillo pensar y llegar a una conclusión, lo difícil es aplicarlo y obtener el mismo resultado...
...Debo reconocer que me están conquistando... Aunque tengo miedo de defraudar a mi conquistador... no prometo nada pero tampoco dejo todo a la suerte... dicen que a momentos la vida y las cosas necesitan una mano... ¿no lo creen?.
miércoles, 23 de abril de 2008
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