miércoles, 14 de enero de 2009

Seda oscura.


Una salida mágica desde las caderas,
el zumbar de tus manos revoloteando,
una mirada sutil y coqueta,
un avanzar lento y cauteloso.

Contemplando el caer de la seda,
silvando mi nombre llama a los deseos,
tambores anuncian la llegada de tus dedos,
con fuerzas temibles rodeando mi cuello.

Rosas cautivan los cerros,
tras el viento invernal de romeros,
más tempestades majestuosos,
dominando tus ojos y credo.

Domina mis hombros,
yo guiaré tus besos,
enseñaré los caminos sin retorno,
y saldrás de mi ileso.



Shanny - 14/01/2009