domingo, 7 de diciembre de 2008

Un dilema escrito.

¿Qué prefieres?
Un chocolate o una freza,
condenarme a la hoguera o liberarme de mis cadenas.
desaparecer al mundo o irnos lejos de él.

Te has convertido en los susurros primaverales de otoño,
aquel sabor delicado de bombones perfumados,
con fuerza suprema sobre las leyes naturales,
un representante de la majestuosidad del mar.


Tan grandes mareas eternas son tus besos ocultos,
cada movimiento cubierto por Lunas y estrellas,
dando un último respiro antes de saltar al abismo,
profundidades de deseos y lujuria.

Sabores salados enseñan a mis torpes manos,
mostrando senderos prohibidos a mi curiosidad,
liberando tus manos sobre mis arenas frías de nostalgia,
tatuando en mi cuello la pena más alta de mis pecados.


Caminas en campo desconocido,
permitiendo que yo alivie tu sed y curiosidad,

despejando los senderos que elijas,
mientras caricias invasoras seducen mis hojas.

Con mirada asesina cortas los hilos que me sostienen,
logrando ver cercana una muerte entre mis suspiros y tu boca,
una extensión de mis alas extendidas hacia mis recuerdos,

cubriendo de plumas tu espalda joven y dulce.

Haz atado mis pies y manos impidiendo escape,
escape que jamás haría,
mis cadenas de dulces y heridas de miel no me dejan,
no permiten que olvide tu aroma a riesgos y aventuras.

Eres aquel camino donde dos puertas me impiden seguir,

o volar a los deseos de los cielos prendida de tu boca,
o quedarme en el suelo mientras me cubres del frío en silencio,
sofocando aquellas ilusiones perdidas y prohibidas.
Eres condena de los cielos,
una cuna de libertades como de encierros,
jaulas de fuego y pasión,
humos de esperanza jamás percibida.

¿Unas últimas palabras?
he caído...
y por mis pecados sinceros,
te esperaré en silencio en el infierno cautivo.

Shanny - 07/12/2008