viernes, 6 de noviembre de 2009

No dejo de vivir por ti.


No dejo de ver tus ojos en mis critales,
esos reflejos montañosos y el río,
una pradera y tu semblante.

No dejo de escuchar tu voz grave,
aquellos besos y cariños,
ese recuerdo que deja pensantes.

No dejo de sentir tu esperanza,
menos olvidar tu piel al besarla,
aquella complicidad pasada.

No dejaria de vivir por ti,
pero cuesta seguir sin ti,
aunque aún te espere aquí.